El mercado de los smartphones puede haber avanzado y todos tienen los ojos puestos en el próximo Note 8, pero el Note7 de Samsung no es un dispositivo que vaya a ser olvidado pronto.
Hay dos razones por las que es así: una, el desafortunado teléfono sufrió una mala batería, y dos, Samsung simplemente no quiere soltar el material muerto.
Se dice que el teléfono retirado está preparado para renacer como el Note 7 FE, con la línea de producción ya en marcha, según se informa. Según las noticias que llegan de la tierra natal de Samsung, el Note 7 FE estará disponible en 400.000 unidades, que probablemente se limitarán a sus costas.
Las fuentes sugieren que el teléfono se venderá por unos 700.000 won surcoreanos, aproximadamente el equivalente a unos 600 dólares. Todavía no es muy barato, pero Samsung parece querer ponerle valor a su marca.
¿Qué piensas de esta estrategia? ¿Compraría un dispositivo como este, si estuviera disponible en su país?